Por lo mismo, no sería nada sorprendente, que este artículo, al igual que muchos más de ésta página, sea tomado de la misma manera por muchos maestros que prefieren estar fieles a su doctrina, para bien o para mal. Y esto, no es siempre bueno para el estudiante.
Para muchos lo mismo, para otros no, estos dos términos deben tratarse con cuidado puesto que podrían incluso costar una carrera si no se sabe de qué se está hablando.
Vocalización
Originado desde los tiempos en que se ejercitaban los cantantes de ópera con el uso de vocales, ahora el término simplemente se acorta un poco más al ejercicio vocal. Es decir, el trabajo que un cantante logra mediantes diferentes ejercicios de técnica vocal para obtener resultados específicos en su voz.
Dependiendo del género que se siga, ahora ya no hay necesidad, de solo vocalizar con vocales, de hecho es mucho más difícil intentar eso sin un previo conocimiento del instrumento y al menos unos buenos ejercicios para los fundamentos. Pero el punto es que la vocalización son los sonidos que hacemos en el Gimnasio Vocal, son exclusivamente para mejorar sean los puntos que sean y esto incluye, las 7 Dimensiones del Canto: Flexibilidad, Respiración, Afinación, Tono, Articulación, Rango y Fortaleza.
Las vocalizaciones se pueden hacer con o sin escalas, en una o más notas. Incluso en toda una melodía o hasta usando tu canción favorita.
Cantar
Este es el resultado final y en lo que difiere sobre la vocalización es en algo muy pero muy importante:
El sentimiento.
La vocalización le debe dar al cantante, todas las herramientas necesarias para poder ofrecer y entregar un mensaje musical completo, sincero y puro. Aquí es donde entre el estilo propio del cantante y el sobre todo el sentimiento. El estilo y efectos vocales como el vibrato o melismas pueden también caer en este punto. (Aunque si se tiene problemas para hacer una o la otra, entonces se debe de ir al Gimnasio Vocal para trabajar exclusivamente en ellos)
Pero no debe de ser del lado opuesto. Es decir, el cantante no debería llevar el sentimiento al Gimnasio Vocal, porque muchas veces, como todo ser humano, el sentimiento que está enlazado directamente con el cerebro (al igual que el canto) puede ser una obstrucción en vez de una ayuda.
Los ejercicios deberían hacerse en un ambiente tranquilo, sin necesidad de “Actuar” o “Entregar” las notas en exageración.
Si se aplica la definición literaria de que cantar es el cambio melódico de una nota a otra, muchas personas dirían que la vocalización sería también cantar. En ese caso, si se va a llegar a ese punto, debería también quedar en claro que el tipo de canto que se hace en el Gimnasio Vocal no es el mismo que harías frente a un público.
¿O acaso uno se imagina haciendo la B redundante delante de un concierto en plena canción?
Son dos objetivos diferentes.
La vocalización planea trabajar en cualquier problema que deba pulirse en relación a las 7 Dimensiones del Canto ya mencionadas arriba, y el canto debe acumular y usar todo lo aprendido allí, para al fin poder entregarlo al público. Y en ese momento, el cantante es el completo autor y amo de su propia voz. Él o ella decide que hacer con lo que ha obtenido, algo que en el Gimnasio Vocal es diferente, ya que se está bajo la cuidadosa tutela, del maestro profesional.
Por ello, si un cantante tiene problemas en hacer ejercicios de canto, tal vez es hora de que entienda que hay que separar lo práctico a la entrega.
Y como conclusión y muy importante, aunque el cantante pase mucho tiempo en el Gimnasio Vocal, tampoco se debe de abandonar el canto en sí. Ambos requieren de tiempo y cuidado.
Un paso a la vez, se llega lejos.
Sigan cantando,
El Maestro.