Lo que una persona escucha en su propia voz al hablar sin ningún tipo de dispositivo, es completamente diferente a lo que las otras personas escuchan. Los oídos tienen un filtro de protección, además que la vibración creada en nuestro cuerpo también nos confunde y no escuchamos claramente nuestra voz de la forma proyectada a como lo haría una persona frente a tí, o en el caso más cercano, a una grabación de audio.
Pero esto no es nada nuevo. Incluso los artistas más preparados nunca estan contentos con sus voces o su desempeño. Es parte del artista tratar de ser perfeccionista, ya que realmente no existe una cúspide exacta de una voz “perfecta”. Pero hay que tener tolerancia con la voz. Es muy fácil enojarse y gritar al cielo el por qué no fue “bendecido” con una voz privilegiada, y aunque se está probado que toda persona puede cantar con gran belleza y agilidad vocal, incluso esos grandes cantantes nunca estarán contentos con los sonidos que tienen.
Por ello mismo, se recomienda mucho, especialmente al cantante principiante, a no juzgar su voz con severidad, especialmente cuando recién se está comenzando a trabajar en la técnica vocal. Es parte de un cantante ser impaciente y se buscan siempre resultados rápidos con un proceso que toma tiempo y no tiene atajos. Por ello mismo, es como muchos cantantes, en su afán de hacer sus deseos realidad de un día a otro, terminan gastando dineros en técnicas que realmente son falsas y que pueden poner la voz en alto riesgo.
Ser pacientes es también ser sabios. No se puede hacerse un futbolista profesional de la noche a la mañana, o tener un cuerpo escultural con pastillas milagrosas, todo requiere de sacrificio, constancia y dedicación. Y junto a todo esto, está el hecho de no juzgarnos severamente. No caer en la presión puesta por familiares y amigos, y más bien, disfrutar el proceso de aprendizaje para ser llegar a una un gran cantante y persona.
La guía de un buen maestro es punto clave en este recorrido, ya que sus palabras, consejos y tutoría son las pautas que forjaran una autoestima vocal que seguirá con el cantante de principio a fin. Elige bien a aquel o aquella que tomará ese lugar porque puede ser la persona que sea la influencia principal para que alcances ese éxito que tanto deseas.
Sigue cantando,
El Maestro.